Desde
pequeños, es conveniente enseñar a los niños a respetar lo diverso y lo
distinto, que hay diferentes culturas. Lo único que hace diferentes a los seres
humanos, son los valores, costumbres y tradiciones con las que convivimos.
Los
docentes y los padres desempeñamos un papel clave, ya que somos los
responsables de que los niños aprendan de sus costumbres (su gente, su
entorno, sus costumbres y tradiciones), se identifiquen y se sientan orgullosos
de su cultura.
Una
buena manera de transmitir los conocimientos sobre su comunidad, es a través de
esas historias que la hacen única, de ahí la importancia de que los niños la
conozcan.
Aunque
esta educación comienza en el hogar, la escuela juega también un papel muy
importante para afianzar lo aprendido en casa. Debemos trabajar juntos, padres
y docentes, para inculcar las tradiciones transmitidas de generación en
generación.
Una
tradición muy importante en nuestra cultura, pero que considero que ha perdido
arraigo con el paso del tiempo, es el Día de Muertos, que es celebrada el 2 de
noviembre para honrar a nuestros ancestros, coincidiendo con la celebración
católica del Día de los Fieles Difuntos.
Sabemos
que la naturaleza de los niños es preguntar, son muy curiosos, y por ello es
importante transmitirles de manera adecuada la importancia de esta festividad,
y nosotros, como padres, podemos verla como una oportunidad para que los niños
conozcan sobre las tradiciones de nuestros antepasados.
Hay
muchas tradiciones extranjeras, como Halloween, que se han mezclado con
las tradiciones mexicanas. O incluso compiten.
Halloween
es una fiesta de origen celta que principalmente es celebrada en Estados Unidos
y en general en los países anglosajones, pero que ha cobrado fuerza en muchos
países más, entre ellos México. Los niños usan disfraces y piden dulces
puerta por puerta. Originalmente suponían que el 31 de octubre los espíritus
podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para
resucitar.
Las dos
tradiciones tienen en común a la muerte, sin embargo ambas pueden festejarse,
ya que ocurren en días distintos. Puedes disfrazar y llevar a tu pequeño a
pedir Halloween el 31 de octubre, pero también acercarlo, los días 1 y 2 de
noviembre, a la festividad del Día de Muertos.
Yo
estoy segura de que aunque festejemos Halloween, nuestras tradiciones jamás
desaparecerán, ya que son parte de nuestra identidad. Y lo importante es que
los niños también lo tengan claro. No se trata de dar a elegir, sino de
explicar.
Es una fiesta
para los niños, se disfrazan, salen a la calle a pedir dulces, ya que sirve de diversión
para los niños, siempre que a su vez los mayores no olvidemos infundirles
nuestras costumbres y así no perder el verdadero sentido de las fiestas de Halloween.
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